¿Qué perfil tienen que tener los guardas?
En estos tiempos en los que estamos viviendo y la inseguridad acecha, se suele llegar a hablar de que tan eficaz suele ser la policía y los agentes de las fuerzas de seguridad estatal, pero se ha preguntado usted ¿qué tanto sabemos los ciudadanos de los guardias que se suelen contratar de manera privada para protegernos? En la actualidad, lo que es el sector de seguridad privada genera empleo para unos 139.000 vigilantes, aunque se calcula que este número es de unos 190.000, calculando que alrededor del 41% se encuentra trabajando de manera informal, según los datos brindados por parte de Controlpas.
Si bien es cierto hace algunos años la cantidad de guardias ha venido en aumento, en la actualidad los números no han sido similares en aumento a pesar de la inseguridad en la que vivimos. Aunque la mayor parte de los costarricenses se sienten con miedo al salir a caminar por las calles porque les causa temor convertirse víctimas de algún tipo de delito, lo que más preocupa a los ciudadanos es el hecho de que no se observa una mayor demanda de guardias de seguridad que debería estar circulando por las mismas.
Según se asegura la el crecimiento en la sensación de inseguridad no está siendo proporcional a la hora de contratar a más servicios de vigilantes. En estos momentos de inestabilidad económica, el bolsillo ha llegado a tener más peso que la inseguridad y el cliente lastimosamente prefiere llegar a asumir el riesgo reduciendo o cancelando los servicios.
Lo bueno de todo esto es que el perfil de muchos de estos guardias se está haciendo más profesional contando así con una mayor apuesta por una parte de las compañías a la hora de capacitar y formar a sus empleados. El rol del guardia de seguridad privada está llagando a cambiar y sus tareas se están llegando a multiplicar. El valor que le están agregando a la operación es mucho mayor que el de hace algunos años atrás. Esta tendencia que aún no ha sido generalizada, sino que está siendo impulsada por un porcentaje que es menor de las empresas, también está siendo acompañada por la inclusión del uso de la tecnología.
Ya que en la actualidad contamos con sensores, drones, dispositivos móviles, cámaras inteligentes, y el soporte y conexión con las centrales de seguridad informática de las empresas donde se gestiona toda la operación y donde se genera la información en tiempo real para los clientes, estas suelen ser algunas de las herramientas que ayudan a la predicción para detectar posibles delitos o incidentes antes de que estos sucedan permitiendo así actuar de forma más eficiente que en años atrás.
Por más difícil de creer la seguridad privada ha sido una puerta a la formalidad lo cual es una particularidad en esta industria la cual ha sido una de las principales fuentes de ingreso para aquellas personas que han estado en búsqueda de su primer empleo formal sin contar previamente con ninguna capacitación o experiencia y hasta sin contar estudios secundarios finalizados, según la zona geográfica en la que se encuentren. Nuestro país no ha presentado un marco regulatorio a nivel nacional, lo que quiere decir que cada jurisdicción tiene su propia regulación. Esto quiere decir que, por ejemplo, mientras que en Costa Rica no tiene que ser un requisito haber terminado el secundario.
Si bien conocemos las exigencias a nivel académico y laboral previos sabemos que no son elevados, existen algunas condiciones que son indispensables para que pueda llegar a ser guardia, entre los cuales podemos encontrar: ser mayor de 18 años de edad, no tener antecedentes penales, y haber realizado anteriormente el curso obligatorio que solicita el Estado, esto con el fin de entregarle la credencial que se encarga de habilitar a las personas para que estas puedan ejercer como vigilantes. Después de esto, según el lugar en donde vaya a prestar el servicio, puede que los guardias deban cumplir nuevos requisitos. Un ejemplo, seria aquellos que trabajan en el aeropuerto que, entre múltiples obligaciones por cumplir, deberán presentar un nuevo certificado específico habilitado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
Así mismo, las personas deberán someterse a un examen psicologico y otro de aptitud técnica, que deberá renovarse anualmente, y que se encarga de presentar algunas excepciones para la incorporación de vigilantes con discapacidad dado que la ley establece que los guardias deberán contar con el 100% de su capacidad física. Otro punto muy importante que debemos mencionar es que no se puede prestar el servicio de manera independiente o autónoma, sino dicha habilitación es otorgada bajo la relación de dependencia otorgada por una empresa de seguridad debidamente constituida.
Este escenario favorece a que el vigilante que ingresa al mercado laboral sin contar con estudios tenga la oportunidad de capacitarse y de desarrollarse aspirando asi a nuevas oportunidades que le brinden la posibilidad, a su vez, una movilidad social. El principal hincapié durante la formación y la capacitación que van a obtener los guardias, y el incluir la tecnología como una herramienta de trabajo más están haciendo que la mano de obra intensiva se convierta en una mano de obra especializada.
Además, insistimos en que parte del profesionalismo se da desde de un cambio en las demandas a través de los consumidores del servicio dado que en la década del 90 los clientes de seguridad privada eran en su mayoría el Estado y que se trataba de un procedimiento que resultaba ser muy simple en el cual únicamente se le daban indicaciones esenciales al guardia para que este pudiera desarrollar sus tareas. En la actualidad todo resulta más complejo, más estratégico y abarca más el uso de la tecnología lo que hace que se cambien las reglas del juego, podemos asegurar que se está trabajando en gran manera para que no sólo las grandes empresas, sino también las pymes tengan garantizada la capacitación y la formación de los vigilantes porque es la manera de incrementar así la calidad del servicio y así evitar los incidentes de seguridad. Las personas que se encuentran trabajando en la industria deberán tomar decisiones en base de los datos que se recogen y, por eso, el capacitarlas es fundamental para que estos sepan cómo deben responder ante a las distintas situaciones que se les presentan.
