
¿Cómo funcionan los protocolos de seguridad privada en los hospitales?
Los recintos
hospitalarios requieren por necesidad de unos protocolos especiales de seguridad
privada, gracias a la complejidad que presentan estos tipos de
edificios ya que las funciones de los vigilantes asignados no se restringen
sólo a la protección de bienes materiales o del inmueble propio, sino que
implica velar y garantizar la seguridad de los pacientes, del personal médico y
de los visitantes que allí se encuentran.
Los riesgos más
comunes a los que se está expuesto este tipo de recintos son de incendio, robo,
agresión, vandalismo y terrorismo. De acuerdo a esto es necesario que el
hospital de manera conjunta con la empresa de seguridad privada con la
cual esté interesado en contratar, desarrolle un programa de seguridad integral
que le permita afrontar con éxito dichos riesgos.
Aunque si bien,
se debe de tener en cuenta las circunstancias particulares de cada hospital
como ubicación, distribución, salidas emergencia o los puntos de acceso,
existen protocolos generales para las funciones que desempeñan los vigilantes en
este tipo de recintos. Algunas de ellas son:
·
Control en las entradas y salidas: Tanto
de visitantes, como de mercancías y personal médico, con control de identidad
en lo que fuera posible.
·
Protección y vigilancia del edificio: Según
la delimitación del área, cada vigilante debe hacerse cargo de una zona
específica.
·
Comprobar el estado de funcionamiento de las instalaciones de
seguridad: Esto con el fin de prevenir fallas en
los sistemas y posibles delitos.
·
Neutralización en caso de vandalismo: el
vigilante tiene derecho a utilizar medidas de fuerza mayor en caso de
presentarse hechos de violencia y vandalismo.
·
Expulsión de personas por incumplimiento de normas: Es deber del profesional de seguridad privada velar por mantener
un ambiente de respeto y seguridad para el personal médico y los pacientes.