Portación de armas.



Si bien para ocupar un puesto de guarda de seguridad muchas de las empresas de seguridad privada buscan que estos cuenten con el permiso de portación de armas, pero, lamentablemente no les es permitido a los oficiales de las sucursales bancarias el uso de ninguna de estas lo que lamentablemente nos deja con la pérdida de un guarda de seguridad que se encargaba de prestar los servicios al Banco Nacional de Río Frío, esto en Horquetas de Sarapiquí, el cual perdió la vida la mañana de este lunes, el joven guarda fue víctima de unos disparos que recibió en un intento de asalto ocurrido en esta sucursal. 

El lamentable hecho se registró a eso de las 9 de la mañana en el Banco Nacional, quienes confirmaron el deceso del vigilante a eso de las 11:30 de la mañana. 

La tan lamentable perdida se trata del joven Randall Jesús Rojas Soto, de tan solo 24 años de edad, el cual laboraba para el Grupo Corporativo Alfa, la cual es una empresa de seguridad contratada por el Banco Nacional. El joven tenía ya dos años de estar trabajando en esta área. 

La joven víctima recibió cinco impactos de bala, esto en el momento en que cuatro asaltantes ingresaron al área de recepción de la sucursal, según nos informó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ). 

Como no pudieron llegar al área de cajas, estos desistieron del robo y escaparon en dos motocicletas. 

Esto nos lleva a pensar en cuantas vidas más debemos perder, o cuantos compañeros más de seguridad debemos perder para que a estos les sea permitidos el uso de armas letales, esto desde mi punto de vista si usted va a un supermercado usted puede ver a los guardas de seguridad con armas de fuego, pero, no en un banco lo cual nos pone a pensar que estos no tienen ni las debidas protecciones que estos se merecen. 

Ahora por otro lado muchos de los guardas que se ven obligados a usar las armas de fuego, llegan a ser cuestionados y en algunos casos hasta juzgados por que lamentablemente se defiende más los derechos humanos de los asaltantes y no los derechos humanos de los guardas de seguridad que si están trabajando y ganándose su comida y la de su familia de manera honrada, esta es más que una queja una súplica para que estas leyes cambien y se haga justicia, que estos hombres y mujeres que día con día arriesgan sus vidas para protegernos y proteger nuestras pertenencias cuenten con más protección que un black jack o un gas pimienta que si les piden el permiso de portación de armas les den luz verde al uso de estas en sus lugares de trabajo.