Valores que debemos agregar a los clientes de Seguridad Privada.



Muchas de las

empresas
  que brindan los servicios de

seguridad privada les crean valores para sus clientes. La estructura del sector

es para determinar quien logra capturar el valor que fue creado para el

cliente. Dicho valor puede: 



- Ser absorbido por los competidores.


- Pasar a los clientes.


- Sustitutos cercanos pueden influir en los precios 


- Proveedores muy fuertes pueden adueñarse del valor 


- La rivalidad puede afectar disminuyendo las ganancias y aumentando los costos

para competir. 


- Lo mismo puede ocurrir con las amenazas de nuevos ingresos 


Cada sector económico es único y puede presentar distintos factores  que son críticos para competir. Con

frecuencia estos factores no se tienen en cuenta por las empresas. La

estructura competitiva del sector de seguridad privada evoluciona en forma

continua, de esta forma va alterando sus condiciones generales y su

rentabilidad. 


A su vez las empresas con estrategias que son competitivas pueden aumentar o

disminuir el atractivo de su sector industrial.





En algunos casos muchas empresas presentan incapacidad para traducir su

estrategia competitiva a acciones concretas, que les puedan proporcionar

ventajas competitivas que sean sostenibles. También con  frecuencia las empresas de seguridad diseñan

sus estrategias tomando en cuenta únicamente sus ganancias inmediatas, sin

llegar a pensar en las consecuencias que se les puedan presentar a largo plazo

para lo que es la estructura del sector privado. Esta postura lo que hace es

que  empeora las condiciones para todos,

incluyendo así a la empresa que originó los cambios. 


También es bueno incluir un balance que vaya entre oferta y demanda.





Es importante tener en cuenta el balance que existe

entre oferta y demanda, ya que es un factor crítico en la estructura de

cualquier sector económico. 


La sobredemanda ayuda a cobrar mayores precios. 


La sobreoferta puede llegar a ser de los más fuertes depresores de precios y

rentabilidad. 


Más importante aún es tomar en cuenta el balance a largo plazo, ya que de este

depende de la configuración estructural: lo que sería la evolución de oferta y

demanda, las barreras de ingreso y egreso, la rivalidad que existe entre los

proveedores y los sustitutos